Reto módulo 1

Yo soy profesora, por lo que he querido profundizar en el ámbito de la educación. Si bien el porcentaje de mujeres que ejercen la docencia en el conjunto de enseñanzas ha ido aumentando en los últimos años, la realidad es que hay diferencias significativas en los niveles y las materias que imparten. Este hecho me parece que está relacionado con la construcción social de género. Si miramos el gráfico que he extraído del INE, podemos observar lo siguiente:

• Las mujeres imparten con un porcentaje altísimo las etapas de educación infantil y primaria, así como la educación especial. Esto me parece que está íntimamente relacionado con el rol tradicional de la mujer como cuidadora y encargada de la familia.

• En contraste con lo anterior, vemos un porcentaje bajísimo de mujeres en las enseñanzas deportivas, lo que coincide con el estereotipo de género de que los hombres son “superiores” físicamente.

• La presencia de las mujeres en el ámbito universitario está por debajo de la de los hombres. Si miramos la siguiente gráfica, podemos ver un desglose que nos arroja más datos en relación con la categoría.

•           A mayor rango, menos mujeres. Esto demuestra que las relaciones de género siguen condicionando actualmente el acceso de la mujer a puestos de mayor responsabilidad, poder y jerarquía. Esto creo que se debe a diferentes razones como la desigualdad en el cuidado familiar, que sigue recayendo sobre todo en las madres. Por ejemplo, mujeres que ven perjudicada su carrera profesional por bajas por maternidad. Otra razón es la consideración de que los hombres son “mejores jefes” pues son “menos emocionales”. Un aspecto interesante es la “autodiscriminación de las mujeres en este sentido” pues son ellas mismas las que, en ocasiones, no aspiran a puestos directivos, sino que prefieren aquellos que les permitan conciliar mejor.

¿La solución a todo esto? No hay una fórmula mágica y creo que vamos por buen camino porque el número de mujeres en educación va en aumento. No obstante, es importante acabar con estereotipos, roles y relaciones de género que coloquen a las mujeres en un segundo plano, empoderar a las niñas desde pequeñas en que pueden conseguir lo que se propongan y conseguir que todos los agentes de la socialización vayan alineados en el camino a la igualdad. ¡Gafas violetas siempre!